¿Qué sucedería si nos convirtiéramos en una galleta? ¿Cómo seríamos? ¿De qué sabor? ¿Cómo nos sentiríamos? ¿Nos gustaría que nos comieran? ¿Tendríamos como amigas a otras galletas? ¡Cuántos interrogantes! Mis niños y niñas se han puesto a navegar en el océano de la imaginación y han pescado todo tipo de peces de fabulosos colores, tamaños y formas.
Os dejo algunas de las fantásticas historias que han realizado junto a sus dibujos. Cada día estoy más orgullosa de ellos y ellas porque cada día se esfuerzan más y lo hacen mejor.
¡Enhorabuena chicos!