Esta semana, propuse a mis niños y niñas un reto especial: escribir su propia fábula. Sí, esas historias cortitas con animales como protagonistas que siempre nos dejan una enseñanza al final. La idea era que usaran toda su creatividad para inventar personajes, situaciones y moralejas que nos hicieran reflexionar … ¡y desde luego que lo consiguieron!
Hay historias para todos los gustos, desde una cerdita preocupada por enseñar buenos modales, un cerdito y una oveja enfrentados por la limpieza, una rata que aprende sobre la importancia de la humildad o el homenaje a una perrita llamada Kira.
Estas fábulas son especiales porque, además de estar llenas de imaginación, reflejan cómo ven el mundo mis "chatis": qué les importa, qué valores consideran importantes y, sobre todo, cuánto disfrutan escribiendo.
Espero que las leáis con la misma ilusión con la que mis niño y niñas las escribieron y que te dejen pensando, sonriendo o aprendiendo algo nuevo.
¡Qué disfrutéis de estas pequeñas grandes historias!










