Como dice el novelista español Benjamín Prado "escribir es tratar de no volver con las manos vacías". Y ese es uno de nuestros principales propósitos: llenar hasta rebosar las manos de nuestros alumnos de palabras, de historias, de imaginación, de fantasía, para que tengan la capacidad de contarnos su vida, la de otros, con sus propias palabras. Porque las palabras forman historias y las historias necesitan de imaginación, y palabras e imaginación son las herramientas que utilizan nuestros niños y niñas para mostrarnos su mundo; porque las palabras es el pensamiento y cuanto más rico es el pensamiento, más libre es una persona; porque la imaginación es creatividad, y cuanta más creatividad, más feliz es uno consigo mismo.
Esta vez hemos propuesto a nuestros "chatis" un ejercicio de "empatía abstracta", es decir, tienen que ponerse en el lugar de un objeto y escribir su historia como si ellos fuesen ese objeto. Lo realizarán a partir de una serie de preguntas que le realizaremos a esa cosa, en este caso un coche: "quién es su dueño", "cómo llegó hasta él" ,"le gustaría ser otra cosa", "cuál es su sueño"... A partir de esta última pregunta, "cuál es su sueño" vamos a elaborar la historia partiendo de la supuesta respuesta de que su sueño es volar. Ya tendremos el título de la historia y parte de su argumento (¿por qué quiere volar? ¿para qué?...).
Todas las creaciones de nuestros "chatis" han sido fantásticas, pero por cuestión de espacio, solo podemos poner algunas. Una vez más, y en este caso no me importa ser repetitiva, enhorabuena, chicos, por vuestras creativas historias.
Algunas de las historias de 6ºA (Los Olivos, 2016-17).