Diciembre ha llegado y, con él, la ilusión propia
de la Navidad que ya asoma en cada rincón. En clase también se nota que los
días especiales se acercan así que esta semana propuse a mis niños y niñas un
reto muy acorde con estas fechas: escribir una historia que comenzara con “Hola, soy un árbol de Navidad”.
A partir de ahí, mis niños y niñas han dado vida
a personajes únicos: árboles de Navidad que viven en casa de Papá Noel, amantes
del verano, alguno que sueña con ser bailador de flamenco, guardianes de
secretos, grandes confidentes de los Reyes Magos o Papá Noel.... Cada uno con
su voz, su historia y su personalidad.
Pero no solo han escrito: también han dibujado,
recortado, construido con lana, con cuentas, con imaginación sin límites.
Os animo a que leáis
las redacciones
de mis “chatis” y veáis sus dibujos y manualidades.
A mis “chatis” decirles
que estoy muy orgullosa de cada uno de ellos y ellas, de su imaginación, de cómo
se expresan y, sobre todo, de su ilusión y esfuerzo.
Espero que este pequeño bosque literario también ilumine vuestra Navidad.


































