"Humilde trovadora soy,
poemas de amor les canto
a todos los enamorados
que sueñan un gran amor".
Ustedes, alumnos de trovadores,
poemas tienen que hacer
de amor, alegría o llanto
para cantar el día de los enamorados
a los que sienten el corazón".
Con este poema recitado por mí y vestida de trovadoresca, dimos por inaugurada el año pasado la I Jornada Trovadoresca, cuyo fin era celebrar el día de San Valentín creando bellos poemas de amor.
Este año, como no podía ser de otra forma, mis "chatis" y yo celebramos las II Jornadas Trovadorescas, porque nadie mejor que, ellos, los niños, con sus miradas llenas de luz y su amor puro y limpio para cantarle a Cupido. ¿Cómo? Con su derroche de imaginación y haciendo uso de algunos conocimientos que ya tienen como los recursos literarios (la metáfora, la comparación...) la rima...
En estas II Jornadas, hemos partido de los dos cuadros que se muestran a continuación para hacernos pasar por uno de los dos jóvenes enamorados que declaran, en ambas escenas, sus sentimientos a su amada.
Antes de nada, analizamos en grupo ambas situaciones. Sobre la primera escena nos preguntamos ¿Qué hace el muchacho de la ventana? ¿Quién es la joven que aparece abajo? ¿Quién puede ser la que está al lado de la muchacha y por qué? ¿Qué palabras puede contener el papel que el chico quiere hacer llegar a la joven? ¿Por qué se lo envía así?...
En el segundo cuadro, primero observamos la postura corporal de los protagonistas, sus miradas, su rostros, el ambiente que les rodea y luego nos imaginamos qué le podía estar diciendo ese hombre que sujeta con ternura la mano a esa dama.
Mis "chatis" rápidamente se metieron en la piel de estos enamorados y comenzaron a expresar sus sentimientos. A las belleza de estos sentimientos, se les unió la ilusión, su arrolladora creatividad y la falta de rubor o sonrojo que en otras edades sí tienen.
Cuando las leímos, me maravilló lo que expresaron y cómo lo expresaron. Me es imposible poner todas sus poesías, por eso he hecho un collage con algunas estrofas o frases que cada uno ha escrito. Os invito a que os toméis un tiempo para leerlas. Merece la pena.