¿Qué hubiera sido de nuestra infancia sin los cuentos? Esos cuentos que estimulaban nuestra imaginación y creatividad, que nos ayudaban a dormir sobre todo si nos los contaban nuestros padres o abuelos, que nos hacían entender a veces el mundo que nos rodeada. El cuento, siempre refugio y estímulo.
Esta semana he propuesto a mis "chatis" escribir una historia cuyos protagonistas sean los personajes de varios cuentos. Caperucita roja y los tres cerditos o Cenicienta y el flautista de Hamelin, por ejemplo. Además les he dado libertad para cambiar el rol de cada personaje (el malvado es el bueno, y el bueno el malo) o también jugar con los nombres "el patito con botas y el gatito feo". Cuanto más jugaran con los personajes, mejor.
A través de sus historias, mis niños han puesto de manifiesto, entre otros temas, el empoderamiento de la mujer y el valor de la amistad.
Aquí tenéis algunos de los magníficos cuentos que han realizado.