Bueno, chicos, llegado este
momento creo justo y necesario cerrar este capítulo de mi vida tan importante en
mi carrera de maestra como ha sido formar parte de vuestras vidas durante un
tiempo.
Vosotros, mis chatis, me habéis
dado la oportunidad de descubrir facetas y aspectos de la enseñanza que pensaba
inalcanzables. Me habéis hecho disfrutar de mi trabajo a tope. He reído,
sonreído y llorado. Hemos compartido penas, alegrías, inquietudes, ilusiones,
confidencias, aficiones… Compartimos de forma muy intensa todos los pequeños
detalles que el día a día nos regaló y eso siempre lo tendremos. Eso nadie nos
lo va a arrebatar. Fuimos como un buen aceite de oliva, intenso en emociones,
sabores y colores pero no denso por lo que nunca nos cansamos los unos de los
otros.
¡Qué bonito regalo me habéis
hecho: conoceros y haberme dejado ser vuestra profe! Qué orgullosa me siento de
haber podido mimar, cuidar y proteger
vuestro corazón durante mi estancia en las aulas de Los Olivos. Ha sido
una bendición.
Siempre os recordaré con una tímida
sonrisa en los labios y una luz que no se me apagará en la mirada y que me
acompañará en mi día a día por siempre.
Me habéis hecho crecer como
maestra, me habéis ayudado a potenciar y jugar con mi imaginación y creatividad
hasta límites insospechados. Me habéis
confirmado que otro mundo es posible, porque hay gente buena como vosotros por
el mundo. Y lo más importante, me habéis hecho crecer como persona además de como
profe.
Os quiero agradecer todas las
sonrisas y miradas cómplices con las que me recibíais todas las mañanas según
entrabais al aula. Derrochabais afecto a raudales.
No perdáis nunca esa chispa que
os caracteriza a cada uno, tampoco olvidéis ese humor del que hicimos gala y
presumimos en nuestras distintas sesiones y que fue uno de los ingredientes
mágicos que hicieron únicas nuestras clases y que os va ayudar siempre en los
momentos duros de la vida. Y como siempre no miréis para atrás. El pasado,
pasado está. El futuro no lo tenemos todavía, así que con lo único que contamos
es con nuestro presente. Aprovechadlo y sacadle el máximo partido. Tenéis toda
una vida por delante para disfrutarla y seguir creciendo como grandes personas
que sois.
Os quiero mucho chicos, nunca os
olvidaré. Y tened presente esa frase de “Imaginación al poder”.
Cada uno de vosotros sois un
tono, un matiz de los colores de mi bandera de la enseñanza.