"Kamishibai" significa teatro de papel y es una forma de contar cuentos que se hizo muy popular en Japón entre 1920 y 1950. El kamishiaiya o cuenta cuentos recorría los pueblos con un teatrito de madera compuesto por ilustraciones que iba pasando según narraba la historia. Los cuentos se componían de muchos capítulos que eran contados en la siguiente visita, manteniendo así una audiencia fiel. Cuando a finales de los años 50 la televisión entró en la mayoría de los hogares, el kamishibai desapareció de las calles y entró en las aulas como una técnica de enseñanza.
Es una técnica muy sencilla: consta de un teatrillo de madera al que se le abren dos puertecitas. En una guía van colocadas las láminas con las imágenes del cuento. El cuentacuentos se coloca detrás del teatrillo, que está de cara al público. En el reverso de las láminas está escrito el texto de la historia. Cada lámina que se narra, se desliza, se saca y se coloca la última por la guía. En la lámina que está detrás, va el texto de la que el público está viendo en ese momento.
Los textos son sencillos, claros y directos; historias simples, con frases cortas y fáciles y uso de
formas verbales sencillas. No es como un libro de cuentos donde los sentimientos se describen
con detalle. En el kamishibai apenas hay descripciones; se suplen con los dibujos y con
los diálogos.
Según Carmen Aldama Jiménez, en su artículo La magia del Kamishibai, "Las niñas y niños se divierten con el kamishibai más fácilmente cuando se encuentran entre
un gran grupo. Los niños en grupo asisten a un espectáculo en el que colectivamente pueden
gritar de miedo o reír con fuerza. Esto les predispone a compartir los mismos sentimientos
experimentando la sensación de grupo y el disfrute conjunto".
"Al interpretar un kamishibai no sólo se produce la interacción gozosa y compartida entre los
miembros de la audiencia, sino también entre éstos y el intérprete, y entre ambos y el mensaje
que el autor nos quiere transmitir".
Nuestra experiencia con nuestros alumnos de 5º y 6º ha sido muy motivante y rica. Les captó de inmediato la atención ese teatrillo con dos puertas y los dibujos que iban surgiendo según contábamos la historia. Se creó un ambiente de entusiasmo que se ponía de manifiesto según hacíamos preguntas sobre el cuento. Con cada "¿y qué creéis que pasó a continuación?" todos manifestaban su opinión con interés y alegría.
Después de la puesta en práctica del kamishibai con la lectura del cuento "¿Por qué hay tantas piedras en el fondo de los ríos?", propusimos a nuestros alumnos que escribieran una historia a raíz de una ilustración del cuento (en concreto la del sapo y la nube).
Estas son algunas de las originales y fantásticas historias que escribieron los alumnos de 5ºC y 6ºA (CEIP Los Olivos, 2016-17).
Redacciones 5ºC:
Historias de 6ºA
Cada día es más motivante y emocionante trabajar con vosotros, "chatis". Seguid así.