La Navidad ha llegado, y qué mejor manera de darle la bienvenida que con un ejercicio único y especial: ¡Hola, soy un árbol de Navidad! Este fue el título que propuse a mis niños la semana pasada. Los invité a imaginar cómo sería vivir las fiestas siendo el centro de atención en una sala. ¿Qué experiencias podría tener un árbol adornado con luces y esferas de colores? ¿Qué secretos o sueños ocultos podría guardar un árbol navideño?
El resultado ha sido maravilloso. Las redacciones de mis alumnos están llenas de creatividad, ternura y un espíritu navideño que contagia alegría. Algunos árboles sueñan con vivir más allá de las fiestas, otros cuentan sus encuentros con las familias que los decoran y otros revelan los misterios que suceden cuando todos duermen.
Además de sus maravillosas redacciones, mis "chatis" han querido ir un paso más allá y dar vida a sus historias con unas presentaciones y dibujos increíbles. Cada creación refleja su imaginación, dedicación y el espíritu de la Navidad que tanto nos inspira. No hay mejor forma de dar la bienvenida a la Navidad que con estas pequeñas joyas literarias.
Aprovecho esta ocasión para felicitar la Navidad a todos mis niños y a sus familias. Que estas fiestas estén llenas de amor, alegría y buenos momentos en compañía de vuestros seres queridos. ¡Gracias por vuestro apoyo y por compartir con vuestros niños la magia de aprender y crear!
¡Gracias por leer esta experiencia tan especial! Espero que os arranquen una sonrisa y os hagan sentir la magia de la Navidad desde una perspectiva diferente. ¡Disfrutadlas tanto como yo!
¡Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo!