domingo, 4 de febrero de 2024

Anoche soñé que era un gorro

Esta semana mis niños y niñas han vuelto a embarcarse en un viaje onírico a través de la  escritura, esta vez bajo  el título "Anoche soñé que  era un gorro". Este ejercicio  es  el tercero de  una serie  dedicada a explorar  el mundo  de  los  sueños (Anoche  soñé que me salían antenas y  que  estaba  en  un bosque de chuches), un espacio sin límites donde la imaginación no entiende de lógica.

A través de sus redacciones, mis alumnas y alumnos han dado vida a una enorme variedad de gorros con personalidades y poderes únicos. Los hay de mago, como el del mago Cliff, el mago Pop o Míster Kadabra. Hay varios gorros de fiesta con música y luces. Otros famosos como el de Papá Noel, el del programa de Máster Chef, el gorro de El Zorro, el gorro seleccionador de Harry Potter, el de Doraemon o el del protagonista de la película One Piece. Hay gorros de natación pertenecientes a campeones olímpicos y también de lana que abrigan en invierno. Gorros aventureros que viajan, gorros típicos de otros países como México o Kirguistán. Y por supuesto, no podían faltar los de cowboy. Ojalá se pudiera reunir todos estos gorros en una tienda, o mejor, en un museo.

Quiero agradecer a los papás y a las mamás su labor por fomentar la creatividad y el amor por las letras de sus hijos e hijas. A mis niños y niñas solo decirles que sigan explorando su imaginación y sigan esforzándose igual. Pero, sobre todo, que disfruten escribiendo sin pensar en si lo hacen bien o mal. Todos y todas sois merecedores de estar presentes en esta ventana al mundo virtual que es este blog.

¿Qué otros sueños mágicos nos aguardarán en las próximas semanas? Pronto saldremos de dudas. ¡Hasta entonces, disfruten de las maravillosas historias de mis niñas y niños!