Mañana,
2 de mayo, Madrid se llena de historia, memoria y orgullo. Cada rincón de la
ciudad recuerda a aquellos héroes y heroínas anónimos que, hace más de dos
siglos, salieron a las calles a defender su tierra. Entre ellos, una joven
costurera que se convirtió en símbolo de valentía: Manuela Malasaña.
Esta
semana, hemos querido rendirle nuestro particular homenaje. Aprendimos qué es
una biografía, cómo se cuentan las vidas de personas que dejaron huella, y
después me transformé en un soldado francés imaginario, Pierre De
Trevil, para relatar a mis alumnos la historia de Manuela.
Descubrieron
que, con solo 17 años, Manuela fue parte de aquellos alzamientos del 2 de mayo
de 1808. Conocieron su vida, su destino trágico y cómo su nombre ha perdurado
en calles y plazas de Madrid.
Para
cerrar la actividad, los alumnos escribieron una reseña
biográfica sobre ella, recogiendo los datos que habíamos compartido en
clase. Hoy, quiero compartir en este espacio algunas de esas biografías, porque
la historia cobra vida cuando son ellos, los niños y niñas, quienes la escriben
y la cuentan con sus palabras.
A
mis niños y niñas gracias por poner tantas ganas, curiosidad y corazón en esta
actividad. Vuestras biografías son pequeñas joyas, y me hacen sentir muy
orgullosa de cada uno de vosotros. ¡Sois unos auténticos contadores y
contadoras de historia.
Os
invito a leerlas, a recordar a Manuela y a seguir creyendo en el valor de las
palabras para mantener viva la memoria.
Feliz
2 de mayo a todos y a todas.



