El pasado 14 de febrero celebramos el día de San Valentín de una forma mágica: ¡liberando poemas! Utilizando una jaula de pájaros como metáfora, mis alumnos han intercambiado poemas escritos por ellos mismos.
El objetivo de esta actividad era que fueran conscientes de que a veces, por vergüenza, no sabemos o podemos expresar a través de la palabra hablada nuestro amor a las personas que queremos y terminamos escondiendo nuestros sentimientos.
Para inspirarse, mis niñas y niños tuvieron que ponerse en el papel de un enamorado de la Edad Media que tenía que expresar sus sentimientos a su amada o a su amado a través de la poesía. Desde ese rol, escribieron poemas llenos de ternura, cariño y respeto.
Fue un día mágico para todos. La emoción era palpable. Los gritos de alegría, en un primer momento, al ver la jaula llena de poemas y a la Trovadora cantando versos de amor, fueron sustituidos por la atención y el silencio cuando liberaban y leían los poemas de sus compañeros. Porque el amor, como los pájaros, necesita volar libre.
Este ejercicio les ha permitido poner en práctica de una manera competencial lo ya aprendido (recursos literarios, rima...) desde la creatividad. Además fue emocionante ver como mis niñas y niños se implicaron no solo a nivel de redacción (cuidando la ortografía, la caligrafía y la presentación) sino en la propia dinámica de la actividad al escuchar a sus compañeros. Esta actividad forma parte de mi proyecto anual de escritura creativa, "La sonrisa de las letras", y del 5º Certamen de las Jornadas Trovadorescas. Un proyecto que busca usar la creatividad y la escritura para expresar emociones.
Qué bonito fue verles salir del colegio con un poema anónimo escrito por un compañero o compañera, y observar la ilusión que les producía. Siempre diré que los niños y niñas son los auténticos poetas y poetisas, ya que juegan con su espontánea imaginación para expresarse libremente.
