Hace unas semanas les prepuse a mis niños escribir una historia sobre un profesor/a que fuera también inventor/a de objetos absurdos, de máquinas hilarantes, de aparatos disparatados.
Por una parte, quería que fuera un ejercicio de imaginación y creatividad y a la vez que trabajaran la descripción de esa persona y cómo se sentiría ante el éxito o fracaso de sus inventos.
En las historias que hicieron mis "chatis" aparecen toda clase de objetos, desde un vaso que te calienta o enfría el agua, a un bolígrafo que es una enciclopedia o unos cajones que ordenan la ropa.
Aquí os dejo algunas de sus redacciones.
¡Muy bien, chicos! ¡Imaginación al poder!