sábado, 21 de enero de 2023

El día que el sol se despertó tarde

La imaginación de mis niñas y niños es como la luz de un sol primaveral, cálida, pura, alegre, capaz de pintar una hoja en blanco de mil colores. La diferencia entre su imaginación y la luz del sol es que su fantasía nunca descansa, es inagotable  y cada día más resplandeciente. 

Esta imagen se me viene a la cabeza cada vez que leo y disfruto de sus historias, por eso les propuse a mis "chatis" un ejercicio de escritura creativa en el que el protagonista fuera el sol. En esta ocasión, utilicé nuevamente el juego de los contrastes para darle forma al título y ¿qué puede contrastar con el sol? La luna o la oscuridad. Ya tenía el tema central del cuento: el día que el sol se despertó tarde porque no sonó el despertador.

¿Por qué no se despertó? ¿Qué había pasado para que el despertador no sonara? ¿Cómo nos afectó a nosotros, a los seres humanos, y al resto de seres vivos? ¿Qué hicieron estos? ¿Cómo consiguió despertarse el sol? ¿Qué hizo la luna?... Muchos interrogantes a los que mis niños y niñas han dado sobrada respuestas en sus escritos. 

Cada semana me siento más abrumada por la ilusión que derrochan al escribir sus historias, por sus esfuerzos de superarse, por su presentaciones, sus dibujos y por sus magníficas redacciones, algunas de las cuales os dejo a continuación. 

¡Bravo, seguid así!