La semana pasada estuvimos viendo en clase qué es un cuento y los tipos de cuentos, por lo que me pareció buena idea hacer un ejercicio de escritura creativa con algún personaje de los cuentos clásicos como protagonista. Y si hay un personaje que aparece en más de un relato ese es el lobo feroz. Se lo pueden preguntar a Caperucita roja, o cualquiera de los tres cerditos o alguno de los siete cabritillos que darán fe de ello.
Pero si pudiéramos hablar con el lobo feroz ¿qué nos diría? Posiblemente que está cansado de asustar a niñas o a animalillos, que está harto de su fama de malo de cuento (y de película) e incluso que quiere una rectificación por los autores de los cuentos para restaurar su honor. Hay que comprenderle, son muchos siglos siendo el lobo feroz, capaz de zamparse nada más y nada menos que a una abuela o a siete cabritillos.
Esto es lo que les he propuesto a mis niños y niñas, un ejercicio de escritura con el título: ¡Hola! soy el lobo feroz y estoy cansado de ser el malo el malo de los cuentos. Las historias han sido de lo más pintorescas y con ellas podemos empatizar con el pobre lobo. Os dejo una cuantas.
¡Estupendo, chicos! A por la siguiente redacción. ¿Qué será?